Alcanzando Acuerdos para Conservar a las Aves Playeras en los Cultivos de Algas de Chile
Por: Natalia Martínez Curci (CSF 2019)
Durante el mes de mayo del 2023 se firmaron acuerdos para implementar “Buenas Prácticas para Conservar a las Aves Playeras en Cultivos de Algas” en un sitio piloto de Chiloé, sur de Chile. Los acuerdos fueron alcanzados luego de un proceso de construcción colectiva de buenas prácticas liderado por el Laboratorio de Ecología de Aves de la Universidad Austral de Chile (BEL, por sus siglas en inglés), las comunidades Mapuche-Williche Wente Kaulin y Huenque Caulín y el Programa de Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de Cornell.
El archipiélago de Chiloé es uno de los sitios más importantes para la conservación de las aves playeras de la Ruta Migratoria del Pacífico de las Américas. Su importancia radica en que alberga a decenas de miles de aves playeras y otras aves acuáticas, pero también a que allí se concentran porcentajes poblacionales significativos de especies migratorias de prioridad para la conservación, como el Zarapito de Pico Recto (Limosa haemastica), cuya población del Pacífico -que se reproduce en Alaska- se congrega casi exclusivamente en Chiloé durante la estación no reproductiva.
Por ser hogar de miles de aves y presentar paisajes paradisíacos, Chiloé ofrece excelentes condiciones para el turismo ornitológico y el ecoturismo. Al mismo tiempo, gran parte de la población local tiene como sustento económico a la acuicultura. Esto abre las puertas a un excelente escenario para estudiar los efectos de la acuicultura sobre las aves playeras y también a identificar oportunidades que permitan compatibilizar los requerimientos ecológicos de las aves con las necesidades socio-económicas de las comunidades locales.
Desde el año 2019 que comenzó mi proyecto con el Programa de Becarios para Soluciones Costeras, hemos apoyado el trabajo que desarrolla el BEL en Chiloé. Las tareas de investigación desarrolladas en Chiloé por el BEL son llevadas a cabo por muchos profesionales de las ciencias naturales como biólogos, veterinarios e ingenieros en conservación de recursos naturales. Tras mi incorporación al BEL, se conformó un equipo interdisciplinario que fue capaz de incluir la dimensión social, y comenzó a trabajar para generar e integrar conocimiento ecológico y socioeconómico que permitiera reducir el impacto de la acuicultura de algas sobre las aves playeras.
La acuicultura extensiva de algas ha mostrado una de las mayores tasas de crecimiento global dentro de la industria acuícola en los últimos 10 años. Dado que esta industria no utiliza fertilizantes o pesticidas, y que los sistemas de cultivo más utilizados no modifican de manera permanente el ambiente, se considera que tiene un impacto relativamente bajo en los ecosistemas en comparación con otras formas de producción. A su vez, ya que la evidencia científica disponible sugiere que los asentamientos de algas incrementan la multifuncionalidad del ecosistema, es decir su habilidad de proveer múltiples servicios ecosistémicos, se espera que la acuicultura extensiva de algas continúe creciendo y expandiéndose en todo el mundo en los próximos años.
A pesar de tener un menor impacto que otras producciones acuícolas, es importante considerar que las algas son ingenieras ecosistémicas, ejerciendo un control significativo sobre la disponibilidad de recursos para otra biota a través de la modulación del estado físico y químico del ambiente. Por lo tanto, si los cultivos de algas son instalados en zonas intermareales donde previamente no había vegetación, pueden alterar de manera significativa los hábitats costeros creando ambientes intermareales más complejos. Los trabajos de investigación realizados durante este proyecto han demostrado que, a escala experimental, los cultivos de algas generan cambios en las comunidades de invertebrados bentónicos que influyen en la ecología de alimentación de las aves playeras. Por ello, los investigadores que participaron de la investigación han sugerido que el establecimiento de cultivos de algas en sitios clave para las aves playeras debe planificarse garantizando una heterogeneidad ambiental a escala de paisaje, asegurando la persistencia de zonas no cultivadas entre las áreas a cultivar (1).
Además de los efectos propios del cultivo, la cosecha de las algas requiere de muchas personas trabajando en el intermareal para recoger a las algas durante la marea baja. Dado que las aves playeras se alimentan de invertebrados bentónicos (aquellos que viven al fondo de ecosistemas acuáticos), también deben hacerlo durante las horas del día en las que los intermareales quedan expuestos o cubiertos con muy poca agua. Esto hace que la cosecha de algas coincida espacial y temporalmente con las actividades diarias de alimentación de las aves playeras. Trabajos de investigación liderados por Juan G. Navedo, mi mentor y director del BEL, han mostrado que la densidad de aves playeras disminuye con el aumento de personas y perros en el intermareal. También que, en sitios con mayor número de personas en los intermareales, las aves pierden un porcentaje significativo de tiempo de alimentación diario. Por esto, y como resultado de este trabajo, hemos sugerido evitar la presencia de perros de compañía en cultivos de algas y mantener el número de personas trabajando en los intermareales por debajo del umbral de densidad de una persona cada 10 hectáreas, para evitar que las aves pierdan tiempo diario de alimentación (2).
El proceso de desarrollo de buenas prácticas no se basó exclusivamente en recomendaciones científicas, sino que estos conocimientos fueron integrados con saberes locales e indígenas recabados por sociólogos mediante entrevistas semiestructuradas. La integración de estas diversas fuentes de conocimiento sentó las bases para empezar a co-construir una “Guía de Buenas Prácticas para Conservar a las Aves Playeras en los Cultivos de Algas” junto a productores de algas, dirigentes sindicales, dirigentes de comunidades indígenas y vecinos, entre otros actores relevantes. Las recomendaciones incluyeron prácticas dentro de las distintas etapas del proceso: previo a la siembra, durante la siembra, durante la cosecha y durante el acopio y el secado.
Una vez que la información estuvo integrada, se desarrollaron talleres y reuniones con el fin de alcanzar acuerdos de implementación. El sitio escogido para realizar esta experiencia piloto fue Bahía Caulín, donde anualmente se congregan miles de aves playeras, especialmente Zarapitos de Pico Recto, y donde gran parte de la comunidad tiene su sustento económico en el cultivo de un alga roja localmente conocida como pelillo (Gracilaria chilensis). Bahía Caulín presenta una gran oportunidad para trabajar en conservación de los recursos naturales ya que un área total de 2,730 hectáreas, han sido recientemente declaradas como Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO), de acuerdo con la Ley Lafkenche (N° 20.249). Dicha Ley entrega la administración de estos espacios costero-marinos delimitados a las comunidades indígenas que adquieren, por un lado derechos de explotación y, por otro lado, la obligación de asegurar su conservación mediante un plan de administración.
Luego de un proceso de construcción colectiva que tomó cuatro años, el día 27 de mayo de 2023 se firmaron estos acuerdos entre las comunidades administradoras del ECMPO Caulín (Wente Kaulin y Huenque Caulín), el BEL y el Programa de Soluciones Costeras. Mediante estos acuerdos, las comunidades se comprometieron a adoptar de forma gradual, en las distintas etapas del proceso dentro del ECMPO, las prácticas de acuicultura de pelillo compatibles con la conservación de las aves playeras establecidas en la “Guía de Buenas Prácticas para Conservar a las Aves Playeras en los Cultivos de Algas”. Las partes se comprometieron, a su vez, a monitorear la implementación de estas siguiendo los mecanismos de gobernanza del ECMPO, que cuenta con una mesa de trabajo para el borde costero. Finalmente, las partes asumieron el compromiso de evaluar los resultados y, en caso de ser necesario, ajustar las recomendaciones y acciones de manejo dentro de cinco años.
De este modo, esperamos que el trabajo realizado en Bahía Caulín pueda servir como modelo a ser escalado a otros sitios del sur de Chile y el mundo en el que miles de aves playeras coexisten con la producción de algas.
- Martínez-Curci NS, Fierro P, Navedo JG. 2023. Does experimental seaweed cultivation affect benthic communities and shorebirds? Applications for extensive aquaculture. Ecological Applications: e2799.
- Navedo JG, Verdugo C, Rodríguez-Jorquera IA, Abad-Gómez JM, Suazo CG, Castañeda LE, Araya V, Ruiz J, Gutierrez JS. 2019. Assessing the effects of human activities on the foraging opportunities of migratory shorebirds in Austral high-latitude birds. Plos One 14: e0212441.
El Programa de Becarios para Soluciones Costeras construye y apoya a una comunidad internacional para diseñar e implementan soluciones que abordan los desafíos costeros a lo largo de la Ruta Migratoria del Pacífico. Nuestra meta principal es conservar los hábitats costeros y las poblaciones de aves playeras mediante el desarrollo del conocimiento, los recursos y las habilidades de profesionales latinoamericanos, y el fomento de colaboraciones entre diversas disciplinas y sectores.