Un año en la bahía de Coquimbo (Chile) como becaria del Programa de Soluciones Costeras
Por: María Valladares, CSF 2023
Ha pasado un año desde que el Programa de Soluciones Costeras llegó a formar parte de la ajetreada agenda socio-ambiental de la bahía de Coquimbo, en el centro-norte de Chile. Esta bahía es un sitio prioritario en la Estrategia de Conservación de las Aves Playeras de la Ruta del Pacífico de las Américas, y durante este último año se han desarrollado múltiples acciones e ideas en torno a la conservación y protección de la zona costera y de las aves playeras que sustenta. Ser parte del Programa de Soluciones Costeras significa ser parte de una entramada y rica red de colaboración intersectorial, cuyos objetivos, actividades y resultados se asemejan a lo largo del continente y están construidos sobre el arduo trabajo que generosamente han dejado en herencia múltiples personas.
Resumir el año en estas pocas líneas sería complejo, pero entre todas las acciones, destacan aquellas destinadas a reconocer, acercar y educar sobre la importancia de los humedales costeros, como ecosistemas extremadamente relevantes que deben ser conservados, protegidos, restaurados y valorados. Entre las experiencias que más se destacan son la conformación de una mesa de trabajo con más de 30 actores que pese a la imparable expansión urbana y las múltiples amenazas presentes, dedican tiempo y esfuerzos continuos para preservar el patrimonio socio-ambiental y cultural. Así como también es la vivencia de estudiantes y miembros de la comunidad que aprendieron a monitorear varios parámetros en el humedal, mientras a la vez que se hacían nuevas y complejas preguntas sobre el futuro de la conservación de estos valiosos ecosistemas húmedos en medio del semi-árido.
Similarmente, hallamos que las experiencias sensoriales asociadas a la investigación y monitoreo nos motivan cuando nos sumergimos hasta la cintura en las aguas del humedal para estudiar su hidrología, realizando mediciones entre totoras que nos aíslan de la bulliciosa ciudad, o cuando caminamos sobre la extenuante arena para censar aves playeras y obtener datos de la nidificación del pilpilén común (Haematopus palliatus), ave insigne de la ciudad de La Serena, que mientras observamos cómo los perros y autos las perturban constantemente, nos inspira aún más a continuar con estas importantes acciones de protección de la biodiversidad.
La importancia del vínculo emocional con el territorio ha sido una de las mas valiosas experiencias, y recuerdo con gratitud momentos que me aseguran que estoy en el sitio correcto, como fue este episodio hace algunas semanas cuando me dirigí a uno de mis lugares de trabajo, el humedal El Culebrón:
“Es lunes, hora punta, y llegar hasta el humedal supone atravesar la conurbación La Serena-Coquimbo, la cual ha sufrido en los últimos años un gran aumento de población, siendo actualmente la cuarta entidad urbana en Chile. Por suerte, al final de mi recorrido me espera un ecosistema único que aún sobrevive y soporta los embates de la acelerada expansión urbana en medio de la ciudad. Allí se encuentran trabajando tres de los seis monitores ambientales que desde julio de 2023 están realizando tareas de sensibilización al visitante, monitoreo de amenazas, y de protección de fauna y flora en este humedal costero.
Me acerco y les pregunto cómo les ha ido y responden con un resumen de las múltiples amenazas que han registrado del día anterior, y con las actividades que les esperan para ese lunes. Uno de ellos, que además ha sido recolector de algas toda su vida en el entorno del humedal y de la playa Changa, me comenta que hace días que no ve a la garza cuca (Ardea cocoi), su regalona, su favorita, con la que se siente conectado. Me cuenta que antes, cuando trabajaba en el alga, veía el humedal con otros ojos, y que desde que forma parte del programa de monitores ambientales de la Corporación Nacional Forestal, al que apoyamos junto con diversas organizaciones, se le abrió un mundo nuevo. Me dice que espera encontrar a su regalona hoy, estará buscándola con los binoculares, y desea poder mostrársela a quienes se acerquen durante la jornada a visitar el humedal.»
Por otra parte, el desarrollo de alianzas entre comunidades e instituciones intersectoriales es uno de los objetivos principales de mi proyecto y del Programa de Soluciones Costeras. En octubre de 2023, citamos a múltiples personas vinculadas, frente a las diversas perspectivas de la conservación, protección, y puesta en valor ecológico y sociocultural de los humedales costeros en el “Primer encuentro regional por los humedales costeros de la Región de Coquimbo”. Compartimos experiencias, saberes, y expectativas en torno al cuidado de la zona costera para generar un espacio de motivación, conexión y visibilización de las realidades locales. Estas son algunas de las voces que se escuchan:
“Soy un Pollito de mar, muevo y muevo mis patitas y giro para alimento encontrar. En las pocas aguas del humedal, cuando vuelo para poderme posar, no encuentro ningún lugar, la playa tiene tanta basura que ya me pongo a llorar.” Gemma Vásquez Epuñán, presidenta de la Agrupación Conciencia Ecológica.
También escuchamos voces y propuestas que nos orientan hacia un futuro donde protegemos los humedales como una parte integral de nuestra cultura: “Concientizar, sensibilizar e incentivar el sentido de pertenencia para que cada quien encuentre su rol en la lucha desde las emociones, y el sentido con el territorio”, una visión compartida entre muchos de los participantes.
El Programa de Soluciones Costeras, que surge para desarrollar proyectos de conservación en sitios prioritarios para las aves playeras migratorias de las costas del Pacífico de las Américas, junto con todas las personas que componen su red de mentores, colaboradores y becarios, tanto en Chile como en los otros países que comparten la Ruta Migratoria del Pacífico, han permitido que estas historias sean posibles. Para que en este 2024 se puedan crear decenas de historias nuevas en los 37 sitios en los que están presentes los 30 becarios y becarias.
Este modelo de conservación en red permite sentirse acompañado, aprender de todas las experiencias, y compartir desde un enfoque interdisciplinar e intersectorial. Es un espacio seguro e inclusivo en el que además de conocimiento, se desarrollan habilidades comunicativas, de gobernanza, y de liderazgo participativo que amplían el alcance, y el impacto de nuestros proyectos.
Considerando el actual contexto de triple crisis del Antropoceno, en el que cada día que abrimos el diario o las redes sociales y encontramos noticias desesperanzadoras, destaca este Programa. Este une a personas y voluntades a lo largo de todo un continente gracias a las migraciones que realizan las aves playeras, y nos entrega una bocanada de fuerza y energía para continuar trabajando en la conservación, así como también poder enfocarnos en el bienestar humano.
Este último año ha estado marcado por la colaboración, la inclusión, la co-existencia, la diversidad y el espíritu de compartir. Y en el camino que se abre, seguiremos aferrándonos a las palabras ‘esperanza y futuro’.
“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”
Pablo Neruda
*Las citas que aparecen en el texto sin autoría corresponden a frases extraídas del ejercicio “Café del Mundo” realizado en el “Primer encuentro por los humedales costeros de la región de Coquimbo”.
El Programa de Becarios para Soluciones Costeras construye y apoya a una comunidad internacional para diseñar e implementan soluciones que abordan los desafíos costeros a lo largo de la Ruta Migratoria del Pacífico. Nuestra meta principal es conservar los hábitats costeros y las poblaciones de aves playeras mediante el desarrollo del conocimiento, los recursos y las habilidades de profesionales latinoamericanos, y el fomento de colaboraciones entre diversas disciplinas y sectores.